La humanidad está tan ocupada en el desarrollo tecnológico que sólo se acuerda de la MADRE NATURALEZA cuando ésta nos muestra con fúria de poder, mientras seguimos viviendo al márgen de sus cuidados y cambios que periódicamente se producen a nuestro alrededor.
Desde el desastre de Diciembre del 2004 en Asia, al que le han seguido en nuestro lado del mundo otros como el de Haiti, Chile y el más reciente de Nueva Zelanda y ahora el de Japón, esto nos dice que no hay poder tan grande como el de la NATURALEZA y en todos los sentidos!
El terremoto y maremoto de Japón muestra que la humanidad nunca estará lo suficientemente preparada para preveer y mucho menos evitar sus efectos de la FURIA de la naturaleza, lo que si podemos buscar la manera de VIVIR en armonía con ella, procurando cuidarla y repetarla en todo su entorno.
Oremos hoy por JAPON que ha quedado seriamente afectada humana y económicamente, como nosotros que aun a distancia sentimos su dolor y pérdidas como nuestras. Dios los proteja y a nosotros tambien. AMEN